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Vinos en lata: ¿sí o no?

    Los vinos en lata empiezan ser una tendencia mundial. Empezaron en Estados Unidos como respuesta de las bodegas a los nuevos perfiles de consumidores de vino. Poco a poco, su uso se ha extendido a Europa y a otros países del mundo.

    Pero la cuestión es, realmente merece la pena beberse un vino en lata? Sí o no?

    En este artículo, voy a intentar darte algunos argumentos a favor y en contra de las latas de vino. Si quieres saber más, sigue leyendo!

    La tradición del vino en botella de cristal

    Seguramente si te pregunto por una manera de envasar vino me contestarías, «en botella» y algunos de vosotros me podríais decir hasta «bag-in-box». Pero estoy convencida de que el 99,9% de vosotros no pensáis en el vino en lata. Me equivoco?

    Tradicionalmente, el vino se transportaba en botas de madera, en barricas. Era una forma cómoda y fácil de transportar cantidades grandes de un líquido de un lugar a otro. Una vez en el destino, se envasaba en botas más pequeñas o en ánforas para guardarlo.

    Durante el siglo XVII el vino empezó a convertirse en un producto de estatus, para fardar y presentarlo en barricas o ánforas no quedaba demasiado bien.

    Se dice que los italianos fueron los pioneros de la botella de cristal. En realidad, su aparición es fruto de siglos de investigación con sus componentes en Venecia. Al principio, se presentaba una botella más redonda debido a la técnica que se empleaba en la época – vidrio soplado. A manera que los vinos fueron evolucionando en el mercado, la botella de cristal también evolucionó para poder dar respuesta a los vinos de Champagne y los espumosos. Durante el siglo XVII la botella de cristal se fue alargando para quedarse con un aspecto más parecido a lo que conocemos hoy.

    Como curiosidad, comentar que no se filtraba el vidrio por lo que quedaba la botella con un color verdoso y oscuro cosa que permitía que no entrara en contacto el vino con la luz natural para así favorecer su conservación y madurez. Te suena?

    En Bristol, 1821, se patentó la primera botella de cristal hecha con proceso mecanizado y así nació la botella de vino que conocemos hoy en día!

    Tendencias nuevas

    Como en toda industria, surgen tendencias pasajeras y otras que vienen para quedarse. Un ejemplo de tendencia que se quedó en el mercado es el famoso bag-in-box.

    Un sistema que permite al consumidor tomar el vino poco a poco ya que se conserva dentro de una bolsa de vacío al interior de la caja.

    Y sí hemos podido tomar vinos (buenos o malos) de una caja, tetrabrick o similar, por qué no podemos unirnos a la nueva moda de vino en lata?

    Vino en lata vs. botella de cristal

    Tengo que admitir que antes de probar el vino en lata tenía muchísimas dudas. Soy adicta (lo admito!) a la coca-cola y a veces cuando pido una lata en un bar tiene un sabor tan metalizado de la lata que es hasta desagradable. Y de aquí viene mi duda… el vino en lata también adquiere a veces ese sabor? Aún no lo sé y doy gracias que no me he encontrado con este problema.

    A mi parecer, hay unas cuantas diferencias entre un tipo de envasado y otro:

    Botellas de cristal

    • Son cultura y tradición y los humanos somos animales de costumbres.
    • La botella se puede reciclar pero su coste es bastante más alto. Cuanto más pese la botella, más impuestos de reciclaje le toca pagar al vendedor y al consumidor.
    • Permite conservar el vino sin problemas – no adquiere sabores raros del cristal ni olores, etc.
    • La presentación en botella de cristal permite al consumidor ver de alguna forma el vino en su interior. A todos nos entran productos por los ojos y poder ver el vino ayuda a la hora de elegir uno u otro.

    Latas de vino

    • Son muy prácticas! Te las puedes llevar a playa, a la montaña, en el coche de excursión y no necesitas ningún sacacorchos para abrirla.
    • La lata es un envase altamente reciclable y su coste es mucho menor que una botella de cristal.
    • Reduce el número de componentes necesarios para su presentación – no necesita corchos, ni capsulas. Con una etiqueta en la lata ya basta.
    • Los vinos se conservan bien en la lata. No adquieren sabores ni olores.

    Vino en lata: sí o no?

    Después de probar vinos en lata, puedo asegurarte que son geniales! Pero, primero de todo, hay que entender que el concepto de vino en lata puede ser diferente al vino destinado a botella de cristal.

    En muchos casos, las bodegas optan por producir un vino más natural, con una mínima intervención humana. Lo cual, resulta en vinos con aromas más fuertes y con aspectos más turbios. Si te lo tomas directamente de la lata (tal como está pensado hacer) el aspecto del vino ni lo ves.

    Sí que es cierto que a la hora de tomar un vino siempre se ha dicho de usar copa de cristal para poder analizarlo. El vino en una lata no contempla el análisis sensorial del mismo, pero sí permite disfrutar del vino sin pretensiones, sin presión por identificar un color o un aroma. El vino en este caso vuelve a ser una bebida social.

    En resumen, soy muy fan de los vinos en lata! Te animo a probarlos si aún no lo has hecho. La próxima vez que te vayas a la montaña, de camping o de excursión piensa en llevarte alguna lata de vino en lugar de cerveza por ejemplo!

    Por si te pica la curiosidad y quieres comprar vino en lata, te recomiendo los de Can-Vi. En su página web puedes ver los diferentes tipos de vino que producen y en su página de Instagram tienen en las historias destacadas un listado de lugares donde comprarlos.

    Vinos en lata de Can-Vi

    Me encantaría saber tu opinión sobre los vinos en lata. Me cuentas tus pensamientos en los comentarios?